En una comparecencia ante los medios, tras un Consejo de Gobierno que se ha celebrado en Azuqueca de Henares, ha señalado que la paciencia de Castilla-La Mancha tiene un límite" pese a que ha sido una región que ha dado siempre "la mano".
"Si además de poner la mano para negociar se nos quiere morder, iremos al cumplimiento estricto de las sentencias, el cien por cien", ha dicho, si bien asegura que comprende que "nadie quiere prescindir de lo que se le regala".
García-Page ha agradecido a las entidades que al cierre de la semana pasada aportaron sus alegaciones ante las nuevas normas de explotación del trasvase.
A ello, ha sumado su deseo de que con el tiempo "el abastecimiento sea el que impone el clima y el sentido común" y se rija por la desalación. Un escenario ante el que "hay gente interesada en seguir teniendo materia prima regalada para hacer mucho negocio".