El escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que el acusado, en el momento de los hechos, era gerente de una empresa de tractores, para la que trabajaba la víctima.
Pese a conocer la normativa en materia de seguridad laboral, no había aplicado las medidas, ni tampoco se le había impartido al trabajador formación en conducción de este tipo de vehículos.
Así las cosas, el 6 de noviembre de 2009, el trabajador conducía un tractor que arrastraba un remolque, cargado con 4.000 kilogramos de escombros, por una pendiente, en dirección descendente, en Cancarix (Albacete).
En un momento dado, perdió el control, el vehículo volcó y el trabajador quedó atrapado debajo, lo que le provocó la muerte casi inmediata.
El fallecido estaba casado y con dos hijos y tenía otros dos hijos de un matrimonio anterior.