Se trata de una medida que beneficiará a un millón de familias en todo el territorio nacional y que tiene un impacto estimado que podría alcanzar a las 10.000 familias en la provincia de Albacete.
La batería de iniciativas nacidas del consenso con la banca ofrece facilidades para los hogares que ganan menos de 25.200 euros al año y dediquen un 50 por ciento de sus ingresos a la hipoteca, o aquellos que este año, han llegado a la mitad de sus ingresos al pago de la hipoteca por el aumento en los tipos de interés.
Para estas familias, ha detallado Josefina Navarrete, “se establece una rebaja del tipo de interés durante cinco años de carencia, con la posibilidad de hacer una segunda reestructuración de deuda y ampliando a dos años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda”.
La portavoz ha ampliado que para aquellas familias cuyo esfuerzo hipotecario no llegue a la mitad de sus ingresos también podrán acceder a una carencia de dos años, un tipo más favorable durante ese plazo y el alargamiento de hasta siete años en sus préstamos.
“Y existe una tercera situación- ha explicado Navarrete- de familias de clase media que también pueden estar muy afectados por el incremento de los tipos de interés, son familias con ingresos hasta 29.400, pero que no cumplen el requisito de destinar la mitad de sus ingresos a la hipoteca, para estos casos se establece la congelación de la cuota de un año, y una ampliación del préstamo de siete años”.
Castilla-La Mancha incluye seis desgravaciones más
Por su parte, el gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha seis desgravaciones más “porque este gobierno entiende la política fiscal como política social”, ha afirmado la portavoz socialista. “Avanzamos así en el desarrollo de una política fiscal justa, progresiva y distributiva”, ha matizado Navarrete que se trata de “deducciones en lo que llamamos las cosas del comer, que es lo que más interesa a las familias”.
La primera es una reducción genérica para rentas inferiores a 30.000 euros, que incluye tres tramos de ingresos y que tendrá en cuenta, de manera creciente, si se tienen hijos a cargo “para devolver más dinero a quienes más lo pueden necesitar”, ha dicho Navarrete.
Otras de las desgravaciones tienen que ver con las necesidades familiares, especialmente en educación. Se va a duplicar la desgravación por gasto educativo en menores de tres años y se va a ampliar la deducción por gasto de material escolar, incluyendo formación extraescolar, formaciones superiores artísticas, formación profesional y formación universitaria.
Habrá también, en Castilla-La Mancha, una desgravación para la adquisición de vivienda habitual en compradores menores de 40 años que se establece en tres tramos progresivos, “para compensar los tipos de interés derivados de la adquisición de vivienda habitual para rentas inferiores a 12.500 euros en tributación individual y 25.000 en tributación conjunta”.
Y las dos últimas desgravaciones tienen que ver con la actividad empresarial y se centran en la devolución del 20 por ciento de la adquisición de acciones de una sociedad o su constitución y en el segundo caso a una entidad de economía social; ambas con un límite de 4.000 euros.
Todo este despliegue de apoyo fiscal a las familias de Castilla-La Mancha tiene un coste estimado de 87 millones de euros, “cabe destacar, frente al discurso vacío del PP, que habla de bajar impuestos pero cuando gobierna nunca lo hace, que el noventa por ciento de las desgravaciones fiscales que se hacen en Castilla-La Mancha, han sido aprobadas y aplicadas por el presidente Emiliano García-Page”, ha concluido la portavoz socialista.