El equipo de La Mancha, que ya había ganado la Supercopa al inicio de la temporada, dominó desde el primer cuarto (9-19) con una buena defensa y precisión en los tiros. En el segundo cuarto mantuvieron su ventaja y se fueron al descanso con un marcador de 18-34, sin dar oportunidad al equipo madrileño.
Aunque tenían el partido bajo control, el equipo de Abraham Carrión siguió jugando a un ritmo más alto que su oponente y aumentó la ventaja hasta llegar a un marcador final de 33-80, lo que les aseguró su tercer campeonato en la penúltima jornada. Filipski Mateusz fue uno de los jugadores más sobresalientes del partido al anotar 22 puntos y capturar 11 rebotes.