Bajo su punto de vista, "el único enemigo declarado a que las empresas inviertan en Cataluña es el desquicie independentista", ha indicado García-Page durante su intervención en la presentación del primer vino del mundo con crianza en gruta volcánica de la finca 'Encomienda de Cervera' de Almagro.
"Nosotros no tenemos culpa de que el independentismo espante a las empresas", ha dicho y, tras afirmar que a su gobierno le cuesta "mucho" que las empresas se instalen en Castilla-La Mancha, ha manifestado que "lo último" que va a consentir es que se pueda establecer un arbitrio económico con el sector empresarial.
"Bastante hemos visto ya cómo se desprecia la justicia como para que ahora directamente se haga algo injusto", ha concluido el presidente castellanomancego.