(Juan Luis Valenzuela).- Santi Denia, el manchego de Albacete y seleccionador del equipo de fútbol olímpico, el hombre que no aplaudió a Rubiales durante la asamblea del 25 de agosto de 2023 en la que el entonces Presidente de la RFEF resistió numantinamente y con improperios y acusaciones a todo quisqui, el ex futbolista que comenzó en las categorías inferiores albaceteñas y pasó a la plantilla colchonera y a la Selección Nacional, ha llevado al combinado nacional a la gloria en el emblemático Parque de los Príncipes convertido en una olla gala por los aficionados del equipo del país organizador de los JJ. OO. En Francia y contra Francia, Santi Denia y sus jugadores han tocado el cielo con las manos y se ha traído para España la medalla de oro, el máximo honor y distinción olímpica con un resultado enorme, 5 goles a 3 y un juego extraordinario.
Denia es, precisamente, el antidivo, un tipo sencillo, trabajador, metódico y humilde. Destaca por su característica de hombre tranquilo que se aleja del ruido de fondo de los ambientes del mundo del fútbol. No quiere ni ansía la fama, la foto, quiere y quería hacer lo que ha hecho, llevar a sus jugadores al triunfo máximo. Y lo ha conseguido con esfuerzo, labor humana y honestidad personal y coherencia con sus principios.
Valores, el de la honestidad y coherencia, que demostró sobradamente al ser de los pocos presentes entre el numeroso público de la famosa asamblea federativa que convocó Luis Rubiales el 25 de agosto de 2023, obligado por la polémica del beso no consentido y sus gestos obscenos y actitud grosera en el palco de la final del Mundial femenino. Con un Rubiales contra las cuerdas, el ex presidente sacó toda su artillería de la desesperación y arremetió contra todo y contra todo. Fueron muchos quienes se asustaron, quienes vieron en peligro su futuro profesional y, por eso, fueron muchos, casi todos, los que rubricaron con un aplauso, forzado o no, interesado o no, el amenazante y vehemente discurso del “jefe”. Fueron la inmensa mayoría de los asistentes quienes hicieron palmas, pero Santi Denia, no.
Solo unos pocos y pocas, apenas nadie, los que mantuvieron el tipo y la coherencia y no aplaudieron, un gesto que, en la práctica, implicaba señalarse como persona que recriminaba en ese momento lo de Rubiales y se exponía a la furia temible del todavía presidente de la RFEF. Denia no sucumbió al temor a las consecuencias y no rindió pleitesía al jefe… simplemente, no le aplaudió.
Días después de esa asamblea del 25 de agosto, Denia explicaba que “La edad le hace a uno ser más reflexivo. Yo acudí a la asamblea a escuchar. Analicé y reaccioné como me sentía. Me salió no aplaudir y es lo que sentí”. Ese mismo día calificó la actuación del presidente de la RFEF tras la final del mundial femenino, como “inadmisible”. Por ello no le aplaudió.
Trayectoria como entrenador
Tras colgar las botas al finalizar la temporada 2006-07, rechazó una oferta para seguir en Albacete como segundo entrenador y se incorporó a la dirección deportiva del Atlético de Madrid, según un acuerdo que tenía firmado al abandonar el club rojiblanco. En febrero de 2009 fue designado segundo del técnico Abel Resino. El 23 de octubre de 2009, tras el cese de Abel, fue nombrado máximo responsable técnico del Atlético de forma interina, dirigiendo al equipo en un único partido.
En julio de 2010 se hizo cargo de la Selección Española Sub-17 hasta 2018, que ascendió para pasar a entrenar a la Selección española Sub-19. En diciembre de 2022, Santi Denia fue ascendido a la Selección Española Sub-21 en sustitución de Luis de la Fuente.
Este viernes, en París, en el Sancta Sanctorum del fútbol galo, en el campo del mítico Paris Saint-Germain, ante una Francia inmensamente crecida, que jugaba en su casa y con un estadio que era una caldera a su favor, frente al país organizador de los Juegos, Santi Denia, ha hecho historia con un oro futbolístico 32 años después. El hombre tranquilo que no aplaudió a Rubiales, es aplaudido hoy desde todos los rincones de España ¡Un fuerte aplauso para Santi Denia!