Santi Cabañero comprueba en Fuente-Álamo los daños causados por la intensa tormenta de granizo que afectó a varias localidades de la zona durante la tarde-noche del sábado

Pendientes en todo momento de la situación, y ante la previsión de fenómenos meteorológicos adversos que había durante la jornada de ayer en las comarcas de Hellín y de Almansa (donde la Agencia Estatal de Meteorología mantenía hasta las 00:00 de hoy la alerta amarilla por lluvias intensas de hasta 20 litros por metro cuadrado), todos los efectivos del Parque que el Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios (SEPEI) de la Diputación de Albacete tiene en Almansa, estaban activados y preparados para actuar inmediatamente ante cualquier eventualidad que las tormentas pudieran ocasionar en las citadas localidades, si bien el temporal se saldó sin avisos por inundaciones para ellos en ese sentido.

“Plenamente consciente de lo complejas que resultan estas situaciones, por desgracia, cada vez más frecuentes como consecuencia del incuestionable cambio climático frente al que Administraciones, colectivos y ciudadanía hemos de trabajar de la mano”, Santi Cabañero ha ofrecido tanto a Torralba como al resto de alcaldes y alcaldesas de las localidades limítrofes afectadas por la crudeza y rapidez de las tormentas (caso de de Ontur, donde se han dañado varios caminos municipales), “el apoyo que puedan precisar por parte de la Diputación de Albacete, tanto ahora en lo ‘urgente’ como a posteriori de cara a paliar los desperfectos con el fin de que la población del municipio pueda retomar cuanto antes una cierta normalidad”.

Compartiendo también esta visita con el delegado provincial de Agricultura en Albacete, Ramón Saéz, Cabañero y Ruiz Santos han podido comprobar que, sin grandes desperfectos en edificios y espacios municipales, gran parte de los principales daños están precisamente en el campo, con pérdidas especialmente sensibles en plena época de vendimia. Así, además de haber quedado muy erosionados, como en Ontur, varios caminos rurales (cuyo óptimo estado resulta fundamental en recolecciones importantes como ésta), se estiman destrozos en unas 1.500 hectáreas de viña en las que, a su vez, hasta 6 millones de kilos de uva podrían haber sido afectados por este episodio tormentoso.